1 de noviembre de 2011

La ética en los procesos de ayuda

Y qué es bueno, Fedro,
y qué no es bueno.
¿Necesitamos pedir a alguien que nos lo diga?
Robert M. Pirsig, Zen and the Art of Motorcycle Maintenance. An Inquiry into Values (1974)

La ética es una forma de hacer. Sin ella no tienen sentido ni el por qué (nuestras creencias de base) ni el qué (las técnicas con las que construimos nuestra personalidad como profesionales). Tiene que ver con una actitud que:

- Centra la mirada al mismo tiempo en el cliente, el profesional y la relación entre ambos.

- Asume la necesidad de establecer un vínculo positivo y de confianza con el cliente, sin el cual no tiene sentido el contrato firmado al inicio.

- Identifica los cambios deseados en lugar de intentar describir al detalle las necesidades y problemas.

- Prioriza la intervención “de dentro a fuera” -descubrir los recursos previos del cliente para potenciar su desarrollo- ante la “de fuera a dentro” -atender las demandas exclusivamente con los recursos del profesional-.

Me gusta el concepto de emergencia sistémica, que tiene mucho que ver con la ética. Defiende que la calidad de un sistema (el hacer bien las cosas) es una propiedad emergente no reducible a sus componentes, sino que surge de las interacciones y relaciones entre ellos. Habla de la calidad como algo no mensurable y que no debe definirse, “una experiencia directa independiente de toda abstracción intelectual previa” (Robert M. Pirsig). Un ejemplo, otro más, de la importancia de mirar las cosas desde puntos de vista diferentes.

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